8 Estereotipos De Surfer. [Noticias Surf]


La playa se ha convertido en una jungla en la que cohabitan diferentes especies surferas. Para identificar a cada una de ellas no es necesario ser un discípulo de Jacques Cousteau. Basta con sentarte en un banco del parking y ser un poco observador. ¡Presta atención!


El Flipao

Domina la jerga surfera, saluda como un Da Hui y viste como un pro pero, no te dejes engañar, surfea menos que Chiquito de la Calzada. Gorra de lado y colores fosfo. ¡Le reconocerás!

Grado de destreza en medio acuático: bajo a muy bajo.
Nivel de hostilidad: depende del personaje que elija después de ver “Le llaman Bodhy”.


El hipster

¡Esa barbita de moda! Tabla retro bajo el brazo y ropa sacada del armario de un abuelo “progre”. Con suerte, llegará subido en una Volkswagen T1, así que no será de los primeros en llegar a la playa.

Grado de destreza en medio acuático: bajo a medio-bajo. 
Nivel de hostilidad: mientras el peine y la camiseta de tirantes estén en su sitio, todo bien.


El Pro

Su surfing destaca por encima del de los demás. Las pegatinas en su tabla son sus galones. Se ha ganado el respeto del pico a base de viajes, campeonatos y fotos en revistas. Todo el mundo le conoce y reconoce. Es un dios(a). Hablar con él, puede otorgarte surfing eterno.

Grado de destreza en medio acuático: alto a nivel dios. 
Nivel de hostilidad: un dios, de vez en cuando, también suelta algún relámpago.


El surfer “pegatina”

Es como una lapa, como una bacteria. Un improvisado perrito fiel que te sigue remando de pico en pico durante todo el baño. Tienes dos opciones: coger una buena ola hasta la orilla o pedir una orden de alejamiento. Y, no, la violencia no es una opción.

Grado de destreza en medio acuático: bajo a muy bajo. 
Nivel de hostilidad: ¿no llora un bebé cuando le cortan el cordón umbilical?


El mítico

Tiene más años que la orilla de la mar. Y más horas de sal que un camello. Cuando empezó a surfear, Windgurú no era más que un sueño erótico de Bruce Brown. No es de extrañar que, si te pilla por banda, te ponga la oreja más roja que la tabla de Marc Richards. Ahora bien, mejor una “charla sorpresa” que encontrártelo de frente haciendo un take off mientras remontas al pico.

Grado de destreza en medio acuático: alto en el siglo XIX. 
Nivel de hostilidad: variable según el viento, estado de la pata de palo y la próstata.


El guiri de turno

Durante la temporada de verano, las ballenas migran a aguas frías donde la comida es abundante. Con los turistas extranjeros pasa un poco igual. Solo que, lo que buscan frío, generalmente, no es el agua del mar.

Grado de destreza en medio acuático: bajo a medio. 
Nivel de hostilidad: si es de familia vikinga, ¡prepárate!


El classic local

Las olas son de todos pero, si puedes hacer que sean solo tuyas, mejor que mejor. Defender las olas es un ritual del surfing, que algunos se toman muy a pecho. Identificarás al típico local con facilidad. Lo que no será tan fácil es saber si chilla tan fuerte como cortejo de apareamiento o como acto de integración social en la manada.

Grado de destreza en medio acuático: medio a alto. 
Nivel de hostilidad: tiene más peligro que Filipe Toledo “chusteando” tres cuartos en Mallorca.


El pardo

En efecto. El surf es muy cruel con los novatos. Humillante, si cabe. Quillas del revés, tropezones en la orilla con el invento, cremallera del neopreno en el pecho… Por mucho que uno se esfuerce, se puede oler a un pardillo desde el parking de la playa.

Grado de destreza en medio acuático: ¿el tamaño de una pulga junto a un elefante?
Nivel de hostilidad: hay las mismas posibilidades de que planche un aéreo reverse que de que se enfade.

No hay comentarios:

Publicar un comentario